Enoturismo
Hay bodegas icónicas en el mundo que todo amante del vino debería visitar al menos una vez en la vida. Una de ellas es Bodega Matarromera.
Desde su ubicación en pleno corazón de la Ribera del Duero se divisan unas impresionantes vistas a todo el valle. Sus instalaciones
semienterradas en la colina sirven de nexo entre montes y viñedos con el río Duero y el paso del tiempo como testigos.
La difusión de la cultura del vino y la visión privilegiada de nuestro presidente Carlos Moro hizo que Bodega Matarromera ya
fuera concebida desde su nacimiento con una clara apuesta por el enoturismo para ser disfrutada por los visitantes. Cada uno
de los elementos que el viajero encontrará durante su estancia en la Bodega han sido minuciosamente escogidos para transmitir
el amor por la tierra, el viñedo y el vino. Cada nuevo detalle es fruto de la búsqueda de la excelencia para mejorar la
experiencia y lograr el objetivo de presentar una Bodega accesible.
Durante décadas Matarromera ha perfeccionado su oferta enoturística pero manteniendo su espíritu, esa Esencia de Matarromera
que permite adentrarse en un lugar privilegiado rodeado de historia, de terruño, de naturaleza, de patrimonio, de prestigio…
Y, por supuesto, de vinos de calidad reconocidos a nivel internacional. La Bodega presente ha sido fruto de un largo y cuidado
proyecto de transformación para adaptarse al futuro y a las nuevas demandas del enoturista. En este sentido, Esencia Matarromera
ha creado nuevos espacios exteriores e interiores como ‘El Jardín Varietal’, ‘La Plaza de la Balconada’ o la ‘Sala de los Insignes’,
diseñadas para divulgar el mundo del vino desde un punto de vista lúdico y singular.
En Matarromera el diseño cobra vida para mantener y transmitir la verdadera identidad de la Bodega con el empleo de materiales
como la piedra, el roble o el hormigón. La innovación y diferenciación vienen dadas por los espacios, nuevos conceptos, mobiliario
y decoración, sistemas de iluminación, proyección y sonido. Sus cinco salas de cata permiten la realización de eventos simultáneos
completamente independientes y privados adaptados a la cada cliente.
El tiempo se detiene para el visitante que podrá disfrutar de una cata frente al botellero histórico de la bodega, una de las grandes
colecciones de la Ribera del Duero. Se trata de un espacio que recupera la historia, conecta el pasado con el presente y garantiza
la conservación de un estilo enológico que ha guiado a esta casa durante sus años de historia.
Bodega Matarromera permite además conocer de manera virtual sus instalaciones a través de la última tecnología que ha permitido
captar mediante infrarrojos todos sus espacios para ofrecer una experiencia casi real con calidad 4K.